Contexto

El germen de este proyecto fueron experiencias individuales de violencias de género, en y por el desempeño profesional como psicólogx en una fuerza de seguridad latinoamericana, y la búsqueda de soluciones alternativas de supervivencia y transformación mediante una expresión por fuera del binomio invisiblización/exposición. Ante esto, las expresiones artísticas emergieron posibilitando un modo de visibilización de las voces subyugadas por el discurso dominante de la opresión y el silencio frente a las violencias.

Esto dio lugar al Libro de Artista: Arte Fuck Psyke - Edición infinita de Alas para dar Voz a una obra Transdisciplinaria que trascienda lo individual hacia lo Colectivo (1° Ed. 2022, Mendoza, Argentina) de Tamara Kogan, a partir del cual se convocaron artistas de distintas disciplinas y geografías para realizar una intervención artivista in situ.

La obra puso en diálogo instalaciones, pinturas, poemas, consignas de escritura colectiva, performance y música en vivo, en un viaje interactivo para les espectadores. La experiencia se realizó en un contexto under en busca de posibilitar un lugar seguro para poder romper el silencio. Por ello, la entrada fue con invitación y contraseña. Las personas que confirmaron su asistencia recibieron un mensaje diario, que a su vez fue publicado en redes con distintas locaciones geográficas, expresando información acerca de la situación y la obra, durante los 9 días previos*, con el fin de su circulación previa evitando la exposición y revictimización. El proceso de toma de todas estas decisiones fue colectivo sin haber sido posible de otro modo.

Les participantes eran invitadxs a elegir una prenda o accesorio como condición necesaria para poder ingresar "al sueño". Una vez adentro, cada habitación de la casa era una instalación que enfatizaba en la estimulación de diferentes sentidos mediante diversas propuestas artísticas, buscando generar emociones específicas en cada parte del recorrido. Así, se atravesaban los actos de la obra como en un viaje onírico, representando un proceso que iba de lo interno a lo colectivo.

La temática versaba en torno a prácticas de anti-aislamiento, subversión de experiencias de dominación mediante la posibilidad de nombrar y externalizar “problemas” por parte de personas que han sido nombradas como tales, y el despojo de conclusiones totalitarias impuestas acerca de las identidades, nutriendo la creación de símbolos colectivos.

Se desarrollaron recursos haciendo hincapié en interpelar lugares de exhibición e hipocresía y cuestionar la oposición artista-espectador, por ej. mediante la instalación de espejos intervenidos, y la acción de dibujo en vivo de les espectadores, quienes al ser observados y registrados, devinieron parte de la obra artística, subvirtiendo su rol de meros observadores.

En la globalidad de la obra, se apuntó a la generación de efectos transformadores de la propia experiencia, mediante la acción de reflejarse en las vivencias de otra persona y la identificación con situaciones comunes.

La obra tuvo cuatro funciones durante abril de 2021 en la Mansión de Arte, la experiencia fue registrada para ser recreada en esta web de arte relacional y articulada mediante prácticas narrativas, con la intención de seguir generando y recopilando autoafirmaciones de dignificación, justicia y autojusticia, que incorporen voces posibilitadoras y enriquecedoras para otres, como herramienta imprescindible para la lucha contra las violencias.